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martes, abril 06, 2004

Otro invierno añejo 



A este disco de Mellow ya le estoy ensanchando los surcos. Me recuerda en muchas partes a Air. Algo de Moon Safari quizás.
"si, es un disco recordatorio...es el eslabón perdido entre moon safari y magical mistery tour."

La etiqueta que le pondría si no odiase las etiquetas: "pop-beatloso-accesible combinado con un juegueteo experimental-sonoro para quien quiera animarse."

Claro, un disco con vuelo, fineza, variedad, experimentación y bonitas melodías flotantes. Combinan tecnología con buenas canciones, canciones bitlosas si se quiere y el que no haya robado a los beatles que tire el primer acorde (así dicen los que saben, verdad?). Y ese parecido a los beatles parece que tiene algo que ver con el "mellotron"; me explicaron que es un simpático instrumento que usaban los muchachos del liverpul. Bendito sea el mellotrón.
Mi teoría: hay una melodía que se repite mucho en todo el disco y no puedo definir exactamente cuál es.
Algunos elementos a lo largo y a lo ancho de estos surcos: trompetas de grandeza, bajos elctronificados, frescura por doquier, mellotron y más mellotron, notas rebotando en el guagua, coros angelicales, golpes huecos, naturaleza, repeticiones, hipnotismo (sí), notas pasadas por la turbina multiprocesadora, nocturnidad. Mucho juego de "te paneo por la izquierda" y "te paneo por la derecha". Como para aurículos. Arpegios. Voces detrás de una cortina de modernidad perdida. Y el bajo ese, tan de Air. Y las burbujas, eso burbujas por todos lados. Y colores primarios y líneas de belleza simple, como el arte de tapa.
Hay algo de música progresiva por momentos, como de partitura, batería virtuosa y todo combinado.
Hay repetición de melodías, ahora estoy seguro. El tema 7 por ejemplo: una recontra reversión de un tema que ya pasó antes. Pero esta vez con clima, con luz negra, con humo artificial y con la droga de la hipnosis, un boomerang sonoro, que viene cuando va, que vuelve y vuelve y puede volver a volver, una gran avalancha de la que ya no se puede escapar. 11 ringos.
Y así hasta el final del disco: ingredientes y recursos renovados sobre 4 o 5 melodías que se repiten, que suenan a conocidas.
(el último tema, una belleza absoluta).

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