<$BlogRSDURL$>

jueves, agosto 26, 2004

Omana 

En mis tiempos de Commodore jugaba al Microprose Soccer. El equipo más débil era el de Omán. Desde aquel entonces le tengo simpatía. Bueno, recibí una visita omana:

|

Terrazas * 


Ahora veo las terrazas. Ahora veo el espectáculo de escaleras y planos autocontenidos, repeticiones micro en macro, mamushkas cúbicos desplazados, prismas superpuestos, terreno inductivo donde siempre es posible un ascenso más. Estos solapados e impermeables abandonos al sol son el espacio urbano virgen donde todavía el peligro parece existir, donde la aventura y lo inesperado parecen posibles. En general, todo es naranja seco, gastado y recalentado por el sol. Apenas si se atreven a la mínima originalidad con alguna pintura manchada y descascarada, alguna que otra chimenea ostentando una curva o, aunque más no sea, alguna diagonal: una simple diagonal se transforma en propuesta estética en la monotonía de la nada ortogonal.
A todas ellas las atraviesa el deseo y el pensamiento, son la materia y la razón, son, en definitiva, un estado de encuentro entre lo más abstracto y lo más concreto, lo terrenal y lo etereo, son límite entre ciudad y cielo. El abandono insinúa la falta de importancia, simula la trivialidad de la cosa, supone un estado de indiferencia. Y sin embargo algo me llama, como si existiera una invitación subyacente, tácita, un guiño de complicidad desde lo oculto, lo aún no descubierto, un goce escondido y para unos pocos. En un momento algo me despierta una sospecha: por las noches, las terrazas son el paradero de una civilización clandestina. Lo descarto: hay algo más sutil e indescriptible. Hay una complicidad amorfa y misteriosa, un secreto confuso, algo que ni siquiera llega a ser. Pero silenciosamente es.

* esto tiene un par de meses, pero dado los últimos acontecimientos, dado que las terrazas se convirtieron en uno de los temas más importantes de actualidad (ya no hay vecina que no lo hable), rsulta propicia la oportunidad para leerlo con atención.

|

Los últimos serán los últimos 

Estoy consmiendo olimpíadas a más no poder y así pulverizo mi tiempo libre mirando todas esas disciplinas que sólo me interesarán por un mes: salto en alto, garrocha, piletas, chinos, suecos, cuerpos desproporcionados, estadísticas precisas, jueces estrictos, cámaras perfectas, ganadores y gloria, perdedores y derrota, mucha derrota. A eso quería llegar: no nos olvidemos de los perdedores.

|

martes, agosto 24, 2004

¿Estresado? 

Probá con esto

|

viernes, agosto 20, 2004

Crónica de una tarde que se repite 

16.06 Las tardes del viernes ya las conocemos: se debaten entre el cansancio más agudo y la felicidad. El sufrimiento y el goce, la desesperación y la esperanza, todo llega a mezclarse los viernes por la tarde.
16.13 Se me dió por cebar mate. No suelo hacerlo. Es que no soy constante. Creo que no cebo mal pero pierdo el orden de la ronda, me olvido de mi rol de cebador, repito turnos, salteo gente.
16.24 Estoy a punto de firmar el compromiso "un post por día". Pero debo esperar hasta septiembre para eso.
16.25 Vuelvo a mirar las terrazas. Creo que no me cansarán nunca. Me fascina esa idea de la repetición recursiva, la terraza con una escalera a la terraza de la terraza y ahí una escalerita a la terracita de la terraza y en la terracita una escalerita plegable hacia un pequeño cubo que a su vez tiene una antena conformada por finos cilindros, uno contenido adentro de otro donde el más interno y estrecho es el último en asomar y allí seguramente continúa la cadena de recursividades a una escala que no llegamos a ver. Es a su vez el concepto de límite dando vueltas, es la idea del 0,3333 periódico, una serie que siempre suma pero a la vez converge en un punto, tiene un límite. Es también el desdoblamiento que me fascina. Como en el videoclip que Michel Gondry hizo para Kylie Minogue, ese de "come into my world". Como casi todo lo que hace Michel Gondry. Ayer vi el videoclip que hizo donde el paisaje desde la ventana de un tren es tan repetitivo como el ritmo del tema, donde las ideas de fusión entre los sentidos queda plasmada como siempre deseé (ver Star guitar de Chemical Brothers). Y hoy pensé también en clonación y en esa noticia de la teletransportación de esta semana que en realidad no es más que una clonación mucho más estricta que la genética de la que tanto se escandaliza. La teletransportación tiene mejor departamento de imagen sin duda.
17.41 Sí, cada instante contiene infinitud, siempre hay infinitos puntos entre dos puntos, siempre hay una playa para descubrir entre dos playas brasileras y cada historia de Manolete se abre en detalles y más detalles y otra vez la fractalidad de las cosas.



|

Crónica lloviznosa 


9.43 Pruebo con Diana Krall. Hay algo que no me termina de convencer pero de todas formas no está nada mal. No tengo mucha idea de ella pero algo me dice que es una niña mimada. Algo me dice que escucharla está bien visto en algún círculo al que no me interesa pertenecer. Pero no lo sé. De todas formas siempre estará bien juntar 2 cosas que, al fin y al cabo, son lo mismo: la llovizna y la batería con plumerillos. Deshacerse de prejuicios en todas direcciones, por derecha y por izquierda, deshacerse del prejuicio de lo que es un prejuicio, empezar las cosas de cero, desaprender las formas.
10.26 Llegaron las facturas. Las facturas del bar de la esquina las trae Mariela. Es simpática. Mariela conoce muchas oficinas. La mirada de Mariela es de esas que evidencian un buen tacto, una buena intuición. Como si esa sonrisa que tiene para todos se compensara con su mirada clandestina, como si con ella pudiera elegir a qué sonrisa ponerle crema pastelera y a cuál envenenarla. Mariela sabe quién la quiere y quién no. Mariela sabe a quién quiere y a quién no. A mí me cae bien Mariela.
10.39 Me llega el primer mate del día. El mate lo ceba YS. Pero, para que me llegue, el mate tiene que pasar por 1D (llamésmolo así). YS es un buen cebador porque, aún así, él se encarga de que el mate me llegue en tiempo y forma.
10.47 Muy por el contrario de lo que había imaginado, este parece ser un buen día. Un día en que no entiendo porque a veces no puedo ver la maravilla constante.
10.51 Para los seguidores del malvón: en la maceta apareció un retoño nuevo.
11.05 Lo tengo decidido. Hoy viviré en la superficie. Hoy miraré la superficie de las cosas, de la gente. En la superficie hay mucho. Sobre todo un día de llovizna en que la gente miente menos y las cosas se llenan de gotas tan minúsculas que resultan gamuzadas. En la superficie de las terrazas se acumulan charcos que parecen no tener otra escapatoria que la evaporación. Y en la de mis ideas hay charcos de imágenes, de cuestiones ligeras que hacen a la continuidad de las cosas. En la superficie de mi vista hay un mate, un monitor, una botella de coca light con agua fresca del sparkling. Un vaso, los parlantitos, el portalápices, aspirinas, mi "vaquitaloca", biromes, un número de teléfono, un sobrecito de azúcar, un pedazo de telgopor. En la superficie de las palabras siempre hay goce: "portalápiz". O "lápiz" sin ir más lejos.
11.11 Creo que Diana me cansó. Tiene algunos temas que rozan la balada-melosa-aburrida.
11.20 Decreto 4 minutos de silencio. Se escucha teclear. Se escucha lloviznar.
11.27 Y sí, ahora lo compruebo. Ayer escuché un compilado de esto que ahora llaman "indietronica". Y ahora vuelvo a escuchar "faking the books" de Lali Puna. Y confirmo lo que había leído por ahí: es un derivado mucho más vivo de ese género de soniditos nuevos, de alfileres asesinos, de minimalismo y conitnua búsqueda, de baterías de microgolpecitos que van friendo la cosa poco a poco. Este "faking..." tiene más sangre, tiene guitarras, tiene canción, tiene tracción. Y los ruiditos y la búsqueda, la novedad sigue estando. Y a veces es una pulenta que te lleva, un gran caudal que casi recuerda la hipnosis de stereolab.
11.47 Empiezo a pensar en almuerzo.
11.48 Tengo una idea y la descarto inmediatamente. Tengo otra que parece mejor pero no, definitivamente no. Opto por contarlo.
11.49 Ya tomé más de 2 litros de agua. Seré ciudadano ilustre del país de los consejos televisivos.
12.01 Desde acá veo un lavadero. Por lo general está vació. Ahora una señora está sacando la ropa del lavarropas. Hay que contar estas cosas también. A veces me invade la necesidad de contarlo todo, de informar que el cursor avanza al ritmo de la indecisión, resignado a sus dos dimensiones, a su delgadez funcional. A veces siento la necesidad de decir que mi ventanal está entreabierto, que en el carril para deslizar ese ventanal hay una mosca muerta que aplasté contra el vidrio hace ya unos días. Decir que a veces siento piedad por las moscas y a veces me siento estúpido por esa piedad. En ocasiones creo importante notar que nunca funcionan todos los tubos fluorescentes, que siempre hay imperfección, en todo. Y eso es bueno.
12.12 Me llené de laburo. Mientras tanto, acá se gesta el almuerzo. Las opciones: bolivian power, el arbol, chino libre, palitos.
12.34 Pongo Grandaddy, disco Sumday. Lo escucho por segunda vez. La primera me había encantado pero ahora ya no le puede prestar demasiada atención, ya me sumergí en lo más laboral del día.
12.36 Posteo. Sigo más tarde.





|

Una napa de mierda 

Sus glándulas hinchadas
se convierten en vejiga usada
que ya no aguanta esas lágrimas de vaho cloacal
Un alfiler oxidado yace en el fondo,
fuente de una convulsión purulenta,
una combustión involuntaria.
Busca un consuelo con sus retinas empañadas
pero su sensibilidad convierte un micropiloso terciopelo
en aspereza y desesperación.
Se reseca poco a poco, crepitando con detalle.
Y sus pasos ya no avanzan
porque su voluntad
es el reino de la impotencia.
Y en su sangre con grumos,
grumos de arena de plomo,
ya son pútridos sus sueños,
verrugosa la lengua,
opaca su mirada,
el paladar llano y entumecido
y el pelo marchito y opuesto.

Lo gobierna
un asco visceral,
la acumulación del daño,
la combinación virósico-bacterial,
una psicovulcanidad
endógena y espesa,
una voluptuosa masa verde efervescente e incontenible,
una napa de mierda concentrada desde cada punto cardinal,
el grito tóxico de la órbita más putrefacta,
óxido de ánimo y las ruinas de erosión carnívora,
la hipocresía,
los tabúes subyugantes,
la malicia en polvo,
rocas de instinto concentrado,
racionalidad vana, impedida.

|

viernes, agosto 13, 2004

Oh Sol! 

El sol llega en el momento justo y trae el olor a primavera clandestina. Un olor que no tiene que ver con el olfato sino con una dimensión más hormonal, más esencial: esta tarde es tan brillante y abierta que invita a mis pulmones a lucirse, eriza mis pestañas, auyenta sombras y claustros, reaviva. Este sol que abarca todo, este sol que es sol, sol y más sol, estos rayos envueltos en brisa. Esta convicción de tarde y vitalidad, vamos, esta convicción de estar convencido, este sol de sueños que no hace falta recordar, de sonidos que no imoporta repetir, este olor tan sutil como un guiño, tan indefinido como la libertad.
Este sol de Bobi Marli, de usar bermudas, de manguerearse en la terraza, de estar dispuesto a reír. Este recreo piadoso, tan vespertino como crepuscular, de verdulería con color, con alcauciles sugerentes, con frutillas de oferta, con espárragos en degradé, con clientas que se atreven a probar las manzanas, manzanas verdes en orden perfecto, en orden diagonal, diagonal y brillante, un sol en cada manzana, en cada ojo, en cada piel.

|

jueves, agosto 12, 2004

Ultimo momento 

El malvón iluminó al cielo.

|

viernes, agosto 06, 2004

En realidá 


Y ya pasaron nubes hacia los dos lados y es como que todavía nada se acomodó, como si todavía fueran los preparativos de este día que pasará, como si a las 8 de la mañana el cielo todavía estuviera virgen de todos los cigarrillos que se fumarán, de toda la tensión que se irá evaporando, de tanto odio y malsueño que iremos exhalando, tanta mierda que ocurrirá.
Y yo aprovecho esta soledad - hoy llegué bien temprano a la oficina - y me dejo contagiar por el cielo, por la libertad de estas nubes sin rumbo. Coqueteo con la soledad. Amo la soledad y odio la soledad. Hace poco me instalé un bichito, un pececito que se llama Wanda, Wanda the fish, un cosito tristón y solitario en la barra de tareas, al lado de la fecha, que me tira sabidurías azarosas con sólo cliquearlo. Veamos: "Reality is that which, when you stop believing in it, doesn't go away" *. Y no está mal. Porque en un rato todo se irá acomodando, todo se irá gastando un poco más y yo estaré debatiéndome en mis creencias, pero siempre estará la realidad llevándoselo todo por delante como un terrible tren sin frenos y aunque crea o descrea la realidad será la definitiva plaga que terminará con toda la siembra, el día pasará aunque yo quisiera ponerlo en pausa ahora mismo, dejarlo ahí, quietito, suspendido, en este estado de backstage, este detrás de escena de la jornada. Y una vez en pausa miraría por largo rato por la ventana, con total paciencia y entrega hasta que la eternidad no me carcomiera los huesos, hasta que pudiera recordar cada instante de mi vida y no este mísero puñado de recuerdos, una única imagen de la casa de mi infancia, piso 16 y mi primo diciéndome "mirá la gente, parecen hormiguitas". Hacé poco noté que eso es todo lo que recuerdo más allá de mis 5 años. Hacé poco entendí que la memoria parece caprichosa y hasta estúpida y sin embargo, así como al fin y al cabo todo es autorreferencial, así también, a veces, todo parece tener tanto sentido, como si mi memoria estuviese alarmándome continuamente: ojo, nunca te olvides de las hormigas.

* "La realidad es eso que, cuando dejás de creer en ella, no se va."

|

miércoles, agosto 04, 2004

Un Diego. 


Y además, hoy volví a Radiohead-Amnesiac. Lo tenía olvidado. Culpa del título. Y déjenme ponerle Ringos en caliente y a boca de urna: 10. Gracias.

|

martes, agosto 03, 2004

Algo 

Para no perder ideas escurridizas que me visitan imprevisiblemente y para que ciertos pensamientos no queden retenidos detrás de mi sien y con el tiempo se diluyan en nadas grises, cada tanto hago anotaciones por ahí (en el cuadernito de turno) coimo para poder retomar esas notas y escribir en los tiempos y formas que más me convengan y convenzan. Hoy encontré una bastante vieja que dice así:

Leo Sbaraglia
binorma
talcual
-------------
algo

Y la verdad que ya no tengo idea de lo que intenté recordar.


|

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com
imagen
 Bitacoras.com