<$BlogRSDURL$>

jueves, agosto 26, 2004

Terrazas * 


Ahora veo las terrazas. Ahora veo el espectáculo de escaleras y planos autocontenidos, repeticiones micro en macro, mamushkas cúbicos desplazados, prismas superpuestos, terreno inductivo donde siempre es posible un ascenso más. Estos solapados e impermeables abandonos al sol son el espacio urbano virgen donde todavía el peligro parece existir, donde la aventura y lo inesperado parecen posibles. En general, todo es naranja seco, gastado y recalentado por el sol. Apenas si se atreven a la mínima originalidad con alguna pintura manchada y descascarada, alguna que otra chimenea ostentando una curva o, aunque más no sea, alguna diagonal: una simple diagonal se transforma en propuesta estética en la monotonía de la nada ortogonal.
A todas ellas las atraviesa el deseo y el pensamiento, son la materia y la razón, son, en definitiva, un estado de encuentro entre lo más abstracto y lo más concreto, lo terrenal y lo etereo, son límite entre ciudad y cielo. El abandono insinúa la falta de importancia, simula la trivialidad de la cosa, supone un estado de indiferencia. Y sin embargo algo me llama, como si existiera una invitación subyacente, tácita, un guiño de complicidad desde lo oculto, lo aún no descubierto, un goce escondido y para unos pocos. En un momento algo me despierta una sospecha: por las noches, las terrazas son el paradero de una civilización clandestina. Lo descarto: hay algo más sutil e indescriptible. Hay una complicidad amorfa y misteriosa, un secreto confuso, algo que ni siquiera llega a ser. Pero silenciosamente es.

* esto tiene un par de meses, pero dado los últimos acontecimientos, dado que las terrazas se convirtieron en uno de los temas más importantes de actualidad (ya no hay vecina que no lo hable), rsulta propicia la oportunidad para leerlo con atención.

|

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com
imagen
 Bitacoras.com