miércoles, abril 21, 2004
Preferir
Leí esto y recordé aquello que hice hace un tiempo:
Si es de preferir
yo prefiero otra cosa
prefiero la virtud escondida
la maravilla subyacente
me va la hipnosis anónima
la lenta erosión
la presencia casi ausente
o, casi lo mismo, la ausencia presente
un hallazgo imperceptible
una entrega indeseada
una estética casual
me puede
o bien,
la ponderación de la nada
la apología de lo absurdo
el desafío, el viento, el deseo
el sabor, el amor, el vacío
eso
los arranques insensatos
la belleza de lo obvio
lo que está mas acá
lo abundante contenido
la escacez etérea,
bendita
Y por supuesto
la salgruesa disuelta
el ciempés ondulado
el milagro constante
es decir, el olor a café.
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Si es de preferir
yo prefiero otra cosa
prefiero la virtud escondida
la maravilla subyacente
me va la hipnosis anónima
la lenta erosión
la presencia casi ausente
o, casi lo mismo, la ausencia presente
un hallazgo imperceptible
una entrega indeseada
una estética casual
me puede
o bien,
la ponderación de la nada
la apología de lo absurdo
el desafío, el viento, el deseo
el sabor, el amor, el vacío
eso
los arranques insensatos
la belleza de lo obvio
lo que está mas acá
lo abundante contenido
la escacez etérea,
bendita
Y por supuesto
la salgruesa disuelta
el ciempés ondulado
el milagro constante
es decir, el olor a café.


