<$BlogRSDURL$>

viernes, febrero 18, 2005

Micah Pé 

micah      Lo escucho y no puedo evitar esa sensación del que dio todo por perdido y tiene todo por ganar. Es que ya había leído que este tal Micah P. Hinson había quebrado mal, había probado de todo y que su corazón había sido picado en pequeños pedacitos por una mina. Esas y otras tantas desgracias y ruinas. Y sus canciones suenan a estar de vuelta de todo eso. Y estar de vuelta significa estar después de eso y no sin eso. Apenas a la vuelta. El resultado asoma en cada arpegio, en la madurez y vibración grave de su voz, en cada arreglo elegante y orquestal. Los temas parecen canciones de cuna para irse a morir o himnos matutinos para esperar poco y nada del día y no preocuparse demasiado por eso porque tampoco nada será peor que lo que pasó y porque hay tiempo para contar. Y vuelvo a sentir esa oportunidad de revancha y de resurrección que dá haberlo perdido todo: me vuelve Silvia a la cabeza. Ella me dijo una vez eso del valor de dar las cosas por perdidas. Aceptar las pérdidas para saber retomar. Lo veo seguido eso. Y Micah me canta sobre eso. No consigo las letras, pero me dice eso: no imagino escenas en cámara lenta de sensibilidad fácil, imagino más bien algún hombre que se mueve poco y que mira mucho y mira con más certezas que explicaciones. Es una sensibilidad demasiado cierta. La historia, por lo que leo acá, es así: "en el 2003 [...] Micah P. va a un concierto de The Earlies -amigos de la infancia, ahora banda de cowboys lisérgicos con base en Manchester que el año pasado lanzaron su precioso debut These Were The Earlies- y les muestra sus nuevas y dolidas canciones. Los Earlies no lo piensan dos veces y se lo llevan a Inglaterra. Y le producen y lo acompañan en Micah P. Hinson & The Gospel of Progress". The Earlies entonces. Hay que conseguir también eso.

|

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com
imagen
 Bitacoras.com