<$BlogRSDURL$>

jueves, diciembre 30, 2004

Segundésimos de víspera y felicidad 

Este momento, este mismo momento, es como vivir en una gran lágrima de emoción.
Son mis últimos minutos en la oficina. Me voy de vacaciones. Me voy a Bariloche. Me voy a Mendoza. Me voy a la mierda!
(por cierto, posiblemente sólo postee en un cuadernito de ocasión... no pronostico demasiado teclado ni monitor).

|

lunes, diciembre 27, 2004

Dos nombres que acabo de recordar 

Mi vieja compraba la carne en la carnicería Huacarruca. Y cada tanto íbamos a un restaurante llamado El Cacique Raninqueo.

|

viernes, diciembre 24, 2004

Bolerismo 


En un momento se me dio por los boleros. Entonces acudí a mi viejo y me pasó una serie de nombres de los grandes de su época, de esos que son de pura cepa original. Nombres increíbles: Alfonso Ortiz Tirado, Raúl Shaw Moreno, Javier Solís, José Mojica y muchos más.
Y ahora que me hice de bastante material lo escucho y me maravillo con este ruido de fritanga vieja, punteos de guitarra criolla al ritmo de una tristeza calurosa que coquetea con lo grasa y lo divino, lo cursi y lo sublime, un sudor sensual y romántico, todo guisándose al fuego lento de las maracas.

|

Malvón 

No, no le puse guirnalda de lucecitas intermitentes al malvón. Y, a ser sincero, se lo ve bastante triste.

|

jueves, diciembre 23, 2004

Centenariov: veredicto, deseo, bendición y anexo. 

Dado el testimonio de Kielov mencionado, recomendado y propiamente enlinkado del evento del Parque Centenario, helo aquí mi veredicto, deseo, bendición y anexo:
Ojalá de los ojalases, que dios y las vírgenes del mundo me oigan y los entes cumplidores concreten en lo más tangible lo siguiente y a saber: que vos, Kielov de los Aproles, nos bendigas con estas jornadas longanizas a tu favor y a tu contra. Porque son el deleite y goce de todo un pueblo unido y diferido, a veces anónimo y/o tácito, a veces explícito y otras también. Y otras no. Más tirando a segunes de ocasión. Porque se torna voluntad y deber salpimentarse a gusto con, por ejemplo, los nombres arbitrarios -eso son los nombres al fin y al cabo- las añoranzas quejumbrosas, la apología de la decadencia bien entendida, el olor a polvo cagado y las conclusiones oscuras y ciertas que entretejen, con el teje-maneje, las disciplinas de las más variadas áreas de divulgación vecinal.
Yo conozco ese parque con lago fantasma. Me tomaré entonces el atrevimiento, si no es mucho pedir, de adjuntar el siguiente anexo:

La feria de libros
En el costado lateral izquierdo del parque, mirando desde el meridiano de Diaz Velez, sobre la calle Leopoldo Marechal y prolongándose por unos 100 metros en forma de ele girada, como se gira una pieza de tetris, se extiende la Feria de Libros. Decenas de puestos verdes y rudimentarios, uno pegado al otro, se confunden. Los unos y los otros se destacan de forma tal que no se destaca ninguno. Se repiten en estética y ética, en forma y contenido, como una rígida regla sin excepción que la confirme. Puestos de unos 4 metros de longitud y escasa profundidad que extienden un techo de chapa por sobre la vereda, transformándola en una galería sin salida ni descanso, sin otra opción más que sumergirse en la flora y fauna allí presente y ausente.
La estrategia de venta persuasivo-visual es más bien ofensiva: un compendio de carteles coloridos y en algún punto, paradójicamente con su monotonía, heterogéneos, se disponen en un insinuado azar e improvisación, anunciando y destacando en todos los casos lo mismo: "TEXTOS", "Compra-venta-canje" "Nuevos-usados" "Primaria-secundaria-universitario" y, sólo en contados casos, alguna excentricidad con poco vuelo: "si no lo tenemos, lo conseguimos" o los insinuantes nombres de editoriales: Kapeluz, Aique, Estrada. Aún así, la repetición sigue siendo la regla: no se promociona lo particular de cada uno sino lo obvio del todo, de la feria. La tipografía de los carteles es casi mezquina, haciendo imposible encontrarse siquiera con mediocridad en el estilo porque justamente carece por completo de él. Asimismo, cada uno anuncia su identificación entre el resto que rara vez lleva la fantasía más allá del número de puesto (otorgado secuencial y aburridamente): "puesto 8", "puesto 37", o a lo sumo "stand 25".
No conformes con los mostradores rebalsantes de mútliples mercaderías a ofrecer, los puestos invaden la vereda añadiendo góndolas de fácil armado y desarmado cerca del cordón, valiéndose de caballetes y tablas ad hoc. La oferta es deasafiante, vasta, impredecible, curiosa y, cuanto menos, sorprendente: colecciones de revistas en la línea indefinida de El Gráfico, Gente, Caras, National Geographic, Muy Interesante, Los Hombres de la historia, Mafalda, Patoruzú, Nippun y más, muchísimo más. Las zonas más jugosas son las que acumulan miscelaneas: las góndolas de saldos. Allí conviven materiales de la mayor disimilitud: una colección de películas enVHS de los 80 envueltas en un polvo que le quitan el poco atractivo que podrían tener, se acomoda al lado de "el libro de la vida sexual" de Lopez Ibor que a su vez se apoya en "Concretos de cemento Portland y Asfálticos". Más allá aparecen colecciones de postales gastadas, calendarios de años que pasaron, enciclopedias varias. Todo permanece a la espera de algún encuentro incierto e inimaginable.
No menos particulares resultan los vendedores. La mayor parte del tiempo no hacen más que aburrirse a la espera de una pregunta que nunca llega. Para aliviar el tedio acuden a la práctica de diversas actividades: toman mate, hojean una revista por octava vez, charlan de nada con sus colegas, hacen crucigramas viejos, tocan la guitarra o escuchan la radio. Y aquí insisten con la monotonía: todos sintonizan la misma estación, preferentemente la Mega. Aun asi, suelen ser antipáticos cuando son consultados y molestos en caso contrario: atacan con la insoportable pregunta "buscabas algo?". A pesar de la modestia de los puestos y de la magnitud del negocio en cuestión, en general la acittud es mercenaria y no es raro notarlos orgullosos del rubro que los reúne: el arte y la cultura.

(y una duda sobre este Blog Muxarela: alguien lee hasta el final de un post que se extiende más allá del párrafo de 5 líneas?)

|

Centenariov 

Kielov salió a dar una vuelta al Parque Centenario y aquí está su crónica.


|

jueves, diciembre 16, 2004

Servicio de ventana. Hoy: "El paisaje de ayer" (ayer por ayer) 

Una gota vibra y no cae. De repente, todas vibran en sincronía. Y no caen. Los toldos, casi todos verdes, flamean. Uno es amarillo. Todos están sucios. Truena, pero apenas si llovizna. Delicado. Esto se vio venir y las terrazas se vaciaron. Es cuando creo leerlo: las pequeñas muertes son las más tristes. Las más imperceptibles. Las más anónimas. Mientras llovizna, mientras estas gotas no caen, mientras los toldos y mientras el amarillo y mientras todo esto, las pequeñas muertes siguen siendo las más tristes.

|

Ice (land) 


Escucho el de Múm, un tal "summer makes good". Están en la zona de Sigur Ros y esa tal indietrónica pero con más aproximación a la canción e instrumentos autóctonos (de dónde?). Lento. Blanco. Frío. Profundo. Para paciencia. Para acompañar con vacas islandesas.
Un día, te lo pido por favor, viajemos a Islandia.


|

miércoles, diciembre 15, 2004

Fine Tuning 



Pero acá reventó el cielo y se satura la sintonización de la radio y -quién sabe- quizás por alguna cuestión compensatoria, quizás por aquello de que nada se pierde y que todo se transforma, yo paso a sintonizarlo todo.

|

viernes, diciembre 10, 2004

A desenroscar las mangueras. 



Es que así debe ser. Yogur Ser. Ser Gay. Serguei el rusito. Digo, debe de ser así, como Gesù raccomanda: el invierno es para la introspección. Para dejar el pensamiento y la reflexión puertas adentro [lo endo] y sacar a relucir las cuestiones una vez que ya están bien envasadas y listas para enfrentar el mundo hostil (vs hospital). Ideas con bufanda.
Pero el verano (la state, femenino), el verano y este sol, este sol fulminante [il parafulmine] son para todo lo contrario. Son para fluir [flooeer], para que todo amanezca, aparezca y permanezca tal cual como nace. Pensamientos paseándose en pelotas por las calles [lo exo] de la ciudad, humanidad, sociedad y su comunicación ("comu capo de la B" se lee a doquier). Todo recién nacido y natural. Como los duraznos al. Como las frutillasconcrema versus chocolateduldedeleche. Ese es un clasíco. Todo bien fresquito y sin vueltas. Fresquito y batatita. Quesito y dulcito. Casi-quasi coqueteando con la frivolidad, hablar de 2 sueños y conformarse con estar-entender el ínfimo presente. Después, el resto, el resto, se resume en una simple imagen. Insisto, el resto, una simple imagen: terraza y manguereo. Ese es otro título para mi primer disco: verano, terraza y manguereo. Verano y calor para estar alegres just because (solo porque). Yast bicós. Para estar acá. Y ahora.
Acá, por ejemplo, y ahora, por ejemplo, escucho radio y pasan Thriller remixada. Cosas de la Metro, cosas de la radio y del marketing mercadotécnico: repetir (y sin soplar) hasta llegar a conquistar el gusto para luego pasar a la sala del piloto automático y el abuso. El uso y el abuso. El abuso y el abuso. Y el abuso. Los unos y los otros. Todos contra todos. Y volver al tronco: el verano es lo inmediato y recto: una pelopincho, unas bombitas de agua, un carnaval de pavadas, un tirarse de bomba en la pileta, un estribillo fácil y pegadizo, un sabor pagano, húmedo y frívolo. Un aceptarse así. Así y ya.

|

2 sueños 2 

No suelo acordarme de mis sueños. Esta semana, por alguna razón, me quedaron 2 registrados:
En el primero el protagonista era "Macho", un compañero de la secundaria en la línea nerdo-gark. Bueno, Macho tenía un hijo.
En el segundo me sentaba a hablar un rato largo con Juan Pablo Varsky. Y nos hacíamos muy amigos.

|

miércoles, diciembre 08, 2004

Rep 

De la tira de Rep de Pagina/12 de ayer

|

lunes, diciembre 06, 2004

Fuchibol 

Ayer me reconforté leyendo esta nota. Habrá que comprar el libro.

|

viernes, diciembre 03, 2004

Al borde 

Yo sé, lo tengo muy claro hoy, que este viernes se define entre genial o insoportable. Y todavía, a esta hora, está inmaduro, se lo puede empujar para acá o para allá. Es simplemente cuestión de no llegar a destiempo, como suele ocurrirle a Schiavi. Seguramente por eso Rolando Schiavi suele estar tan profundamente triste.

|

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com
imagen
 Bitacoras.com